Estoy especialmente contento porque ya salió mi libro Diabetes Sin Problemas. Mi bebé. Mi bebé porque después de que pasé 5 años trabajando en él, pues ya es como un hijo querido, pero ya estaremos hablando de eso. Entonces vamos a hablar de la leche y de los derivados lácteos que se extraen de la leche.
Una persona me dice “¿Qué puede usted decir al respecto de la leche y de los derivados lácteos? Se dice que es malo por la caseína que se digiere” Está hablando de la caseína de la leche o del queso. “la contaminación por un antibiótico de la leche y miles de cosas más y muchos especialistas cada día lo dicen con más fuerza.” Así que esta persona que nos escribe aquí, de hecho es un señor de nombre José Hernández, nos pone este comentario, que es ¿Cuál es la opinión que tenemos sobre el tema de la leche, los derivados lácteos y ese tipo de alimentos por su contenido de caseína?, para hablar de esto, fíjense en 15, un poco más de 15 años de trabajar con el tema de metabolismo, pues me hubiera gustado encontrar una cosa; una cosa, una que fuera siempre verdad para todo el mundo. Siempre verdad.
Por ejemplo a mí me hubiera gustado encontrar que los lácteos, que es como decir el queso y ese tipo de cosas, decir “Ah, los lácteos son todos malos, son mortales, hacen daño, causan cáncer”. Pero la realidad es que lo que he visto en la práctica es que no es así, hay sociedades completas que viven de los lácteos, sobre todo en África hay sociedades que viven de los lácteos. Cuando digo “viven de los lácteos” es que son sociedades donde, como los Masái, que son guerreros de África, del norte de África, son unas personas que tienen unos cuerpos bien altos, son guerreros, los guerreros Masái, y viven de los lácteos; o sea viven de los productos de la leche.
Esas razas así han desarrollado un sistema digestivo muy fuerte y un sistema digestivo muy fuerte, que de hecho una de las cosas que hace ese sistema digestivo es que cuando le dan un lácteos, digamos un queso, una leche fermentada, pues ese sistema digestivo de esta raza, han desarrollado un sistema digestivo tan eficiente que pueden romper lo que llaman la caseína. La caseína es una de las proteínas que tiene la leche y es una proteína que en los tiempos prehistóricos se utilizaba como pega. Por ejemplo en los tiempos feudales cuando querían construir un mueble y querían pegar las piezas, las patas de la mesa y demás, lo que hacían era que se usaba caseína. La caseína la sacaban de la leche que se fermentaba, leche dañada, y de ahí sacaban la caseína, que es una de las proteínas de la leche, y esa caseína es bien pegajosa y como es bien pegajosa funciona como cola, como cola para pegar muebles y se usaba, y de hecho esos muebles algunos han durado miles de años y están todavía funcionando porque la caseína es una proteína bien fuerte de romper y es pegajosa.
Hay sociedades donde el queso y los lácteos se pueden digerir perfectamente porque son sociedades que han desarrollado esa capacidad de adaptación, de que pueden romper la caseína y de aquí sacarle los nutrientes. De hecho hay estudios clínicos que demuestran que algunos productos de los lácteos, como decir el yogurt, los que llaman el kéfir, pues son muy buenos; son muy buenos porque estos productos tienen proteínas, como decir la caseína que es muy fuerte, pero como son productos fermentados y se fermentan con bacterias buenas, las bacterias buenas que se llaman acidophilus bulgaricus bifidus, que las usan para fermentar estos productos, esas bacterias rompen la molécula de ese producto y lo hacen súper absorbible. Si la molécula de caseína, que es bien difícil de digerir y por eso de difícil de digerir, cuando vienen esas bacterias las bacterias vienen y rompen las uniones, cuando rompen las uniones estos aminoácidos, que son los componentes de la proteína, quedan libres, cuando quedan libres se pueden absorber; no es lo mismo comer queso, que es más difícil de digerir, que comer yogurt o kéfir o algo que ha sido fermentado con bacterias buenas.
En fin, los lácteos no necesariamente tienen que ser malos, va a depender de si la persona los puede absorber bien o no los puede absorber bien. Hay quienes dicen que los lácteos causan mucosidad, es cierto, o sea el consumo de lácteos puede causar mucosidad, pero eso no significa, por ejemplo lácteos como yogurt, kéfir y demás no tienden a causar mucosidad y no tienden a causar mucosidad porque ese cuerpo los puede diferir muy bien, por lo tanto no tiene que crear la mucosidad para protegerse de ellos. Hay algunas personas que yo conozco que el queso y los lácteos como tal, sólidos no le van muy bien. El tema aquí es que, como decimos en el libro El Poder del Metabolismo, todos no somos iguales y como todos no somos iguales usted averigüe lo que sea real para usted. Y esto se los comunico pues porque la verdad siempre triunfa.
Frank Suárez
Especialista en Obesidad y Metabolismo