Tengo buenas noticias para todas esas mujeres que quieren ser mamás que quisieran evitar tener un niño autista, hay algo que sí se puede hacer; hay un estudio reciente que acaba de publicarse muy bien hecho que demostró que las vitaminas reducen el riesgo de autismo.
Esta es la primera vez que veo un estudio que enfoca este tema, porque la ciencia si no deja dinero, algo como para una farmacéutica, algo que produzca plata, dinero, pues es difícil que salga un estudio sobre vitaminas y en este caso acabo de ver uno que me impresionó; porque se nota que está muy bien hecho porque participaron bastantes personas y el diseño estaba hecho para que se pudiera comprobar si realmente las vitaminas afectaban para reducir el riesgo de autismo o ¿no? .
Este estudio se llama: “Asociación del uso de vitaminas prenatales con el riesgo del síndrome de autismo o de autismo” y este estudio dice en hermanos de niños autistas. Lo hizo la Doctora Rebecca Schmidt y su grupo y acaba de publicarse en el 2019 es bien reciente y está interesante porque lo que hicieron ellos fue que ellos saben, la ciencia sabe que ya cuando hay un niño adulto mayor que ya tuvo autismo en una familia, el riesgo de que vuelva a ocurrir otro hijo hermano de ese con autismo es bien alto; así que escogieron 241 niños que tenían la característica de que tenían un hermano mayor diagnosticado con autismo, o sea que estando explorando resultados dentro de un grupo de alto riesgo, encontraron que en ese grupo el 95% de las madres habían tomado vitaminas durante el embarazo, el 36% habían tomado vitaminas antes de concebir o sea antes de quedar embarazadas y el 53% tomaron vitaminas durante el primer mes.
Durante el primer mes de embarazo; el resultado fue que vieron que las que tomaron vitaminas durante el primer mes resultaron tener dar a luz hijos donde el 14% de ellos tenían autismo y eso era mejor que los que no tomaron vitaminas durante el primer mes que entonces tuvieron un 32% de autismo entre los nacidos; o sea que cortaron a menos de la mitad el riesgo de que ese niño saliera autista solamente con añadir vitaminas durante el primer mes, o sea que se ve que ese periodo de gestación donde ya se ha sido fecundado y está el cuerpo de la mujer es como el terreno y si el terreno esta fértil, pues la criatura puede desarrollarse bien ahí igual que la semilla, igual que la semilla en un terreno fértil.
Lo más importante que se descubrió es que la suplementación específicamente con ácido fólico durante el primer mes de embarazo causaba la mayor reducción en el riesgo de autismo; la mayor, las dosis que se recomiendan normalmente para una mujer embarazada es de 400 microgramos por día; pero la dosis que más efecto tubo en este estudio era cuando estaban en dosis de 600 microgramos o más.
Así que se ve que el ácido fólico y para que usted entienda lo que es el ácido fólico, el ácido fólico cuando una célula se divide de uno para dos, pues el ácido fólico es el que permite la división, cuando después y cada una se divide de dos para cuatro nuevamente es el ácido fólico el que causa la habilidad de la célula de dividirse, lo que llaman la mitosis. O sea no existe división celular saludable sin ácido fólico; pero más interesante todavía que eso quiero que sepa que esa vitamina el ácido fólico se llama ácido fólico porque se descubrió que el ácido fólico donde principalmente existe es en las hojas verdes y la palabra fólico, viene del latín folium y folium quiere decir hoja.
En otras palabras que si usted quiere tener un bebé súper saludable y está buscando un bebé y quiere evitar que le pueda salir autista pues lo lógico sería que usted vaya a la fuente del ácido fólico, no vaya a la vitaminas nada más, vaya a la fuente; tómese la vitamina también pero vaya a la fuente. L
Frank Suárez
Especialista en Obesidad y Metabolismo